Puente de San Antonio de la Zanja
Calle 17, Carrera 91 sobre canal afluente del río Fucha
Puente de San Antonio de la
Zanja, monumento nacional tallado en piedra hacia 1670, tiene la efigie del
virrey Solis.
Cuando uno pasa por el sector si se fija bien puede llamarle la estructura del
puente original que se encuentra a los costados, por lo demás es como transitar
por cualquier via, pues una parte fue desplazada para ampliarlo y permitir el
paso de todo tipo de vehículos
Se encuentra a la entrada viniendo del centro de Bogotá, sobre la quebrada del mismo nombre, que va a desembocar en el río Fucha, que viene por el costado izquierdo y a su vez confluye en el río Bogotá. Este y la quebrada hoy son canales de desagüe.Fue construido durante la administración del Virrey don José Solís Folch de Cardona (1754-1761) con piedra labrada, coronada por pilastras en los extremos; en cada uno de sus costados tiene una hornacina de gran tamaño: en la del lado sur hay un nicho central en cuyo fondo casi oculto resalta el busto del Virrey Solís, en piedra. En el centro del capitel lleva su escudo de armas y, en su contorno, una inscripción ya borrosa que dice: “Ad perpetuam memoriam exeln d midn... Nic ph... Solis prorexis”, y en la parte inferior, en el cuerpo de la pared lateral del puente, su escudo de armas. En la hornacina del lado norte, igual al anterior, también hay un busto adosado. En la parte superior tiene grabadas las iniciales JAM. El puente era angosto, pero hace unos años, al ampliarse la vía, fue necesario correr la pared sur para que quedara del mismo ancho, lo cual se hizo conservando sus
piezas, aunque colocándola en la forma original, desapareció el arco que lo sostenía y daba paso a las aguas, el cual fue reemplazado por vigas de concreto horizontales a nivel del suelo. De los tres puentes, este fue el único que se salvó, conservando sus características de obra colonial.
Contexto Histórico
Los puentes de San Antonio, de Aranda y Puentegrande fueron los tres principales pasos construidos durante el periodo colonial que pretendían salvar el primer tramo en el camino a Honda, entre San Victorino y el río Bogotá. Estas tres obras presentaron un gran problema para la ingeniera de ese entonces, ya que fueron construidos sobre terreno pantanoso. La gran importancia que tuvieron radica en que a través de ellos pasó todo tipo de productos desde y hacia el exterior (mercancías, la imprenta, materias primas, alimentos etc.) y transitaron por allí toda clase de personas que pretendían entrar a la capital del Nuevo Reino de Granada. El puente de San Antonio fue construido hacia 1754. La obra de cal y canto comenzó durante la administración del virrey José Alfonzo Pizarro y se terminó en el gobierno de José Solís y Folch de Cardona (1753-1761). El Atlas Histórico de Bogotá (Escovar et al, 2004) contiene una descripción hecha por Roberto Velandia, quien tuvo la oportunidad de conocerlo: “De piedra labrada, coronado con pilastras en los extremos, en cada uno de sus costados tiene una hornacina de gran tamaño, de piedra; en la del lado sur hay un nicho central en cuyo fondo, casi oculto resalta el busto del Virrey Solís, de piedra adosado”. El puente sufrió algunos cambios cuando se amplió la vía, lo cual obligó a mover la hornacina y el pretil del costado sur y a eliminar el arco de piedra que conformaba el tablero y reemplazarlo por vigas de concreto horizontales a nivel de suelo.Fuente: Herencia Mia