Guía para pedir domicilios un domingo en Bogotá*
Llega la hora crucial: 12:30 p.m. del domingo. La sensación de fondo es: mucha hambre, con algo de frustración y pereza. Si usted vive o tiene pareja se enganchará en una pelea tipo ping-pong donde la responsabilidad de pedir el domicilio será pasada de mano en mano hasta que alguien pierda: “Pide tú, no tú, no en serio pide tú, pero qué quieres, lo que sea pero pide ya, yo no quiero pedir” y así hasta el infinito (duración promedio de esta pelea: de treinta minutos a una hora).
Si usted vive solo la pelea será consigo mismo, lo cual no necesariamente es un escenario mejor: “¿Será que pido otra vez pizza? No puedo seguir comiendo pizza. Pero está en promoción. Mejor no pido y me como un sándwich. Uy no que pereza cocinar. Aunque hacer un sándwich no cuenta como cocinar. Buenas me manda por favor una pizza mediana de pepperoni. Con tarjeta débito. Gracias”.
Si usted vive en familia depronto tiene la suerte de que sus papás pidan por usted sin consultarle o que sea quien mande en su casa y tome las riendas del asunto. Sea cual sea la situación, seamos sinceros, pedir domicilio a veces puede ser una tortura y con frecuencia sentimos que estamos atrapados en un hoyo negro donde el tiempo no pasa y se repiten los mismos cinco restaurantes en loop.
Vía: Vive.in