Dan vía libre a plan que le cambiará la cara al centro de Bogotá...
El Distrito finalmente dio vía libre al plan parcial de renovación urbana Progresa Fenicia, liderado por la Universidad de los Andes.
El proyecto, que tendrá un costo aproximado de $ 500.000 millones, pretende no solo revitalizar el sector (en las vacaciones el comercio disminuye casi por completo), sino también potenciar el eje turístico de Las Aguas, entre la carrera 3.ª y la avenida Circunvalar, y entre el Eje Ambiental y la diagonal 23. Se trata de un programa que se ejecutará durante unos 8 años y constará de 5 etapas.
Las reuniones que se mantuvieron durante 3 años con la comunidad que habita en el sector, dieron como resultado una arquitectura que tiene en cuenta los deseos generales de sus moradores.
Preservar los cerros orientales y su conexión con la ciudad, considerar la calle 22 y el Eje Ambiental como los elementos centrales de circulación, recuperar los parques y zonas verdes y generar más espacios para desarrollar vivienda en diversas alturas y usos diversos que traigan más actividad fueron algunas de las conclusiones que los arquitectos tuvieron en cuenta para formular el plan definitivo.
En cifras, el plan parcial plantea, en primer lugar, que el triángulo de Fenicia pase de las 3,8 hectáreas de área pública actuales a 6,2. Además, pasará de las 5 hectáreas de área privada a 2,6. Es decir, en números humanos, de los 460 hogares se pasa a 900. De 1.628 a 3.098 habitantes.
También se contempla que las 0,4 hectáreas de parques y plazoletas que existen actualmente se conviertan en 1,4. Y por último, que se alcancen 4 hectáreas de vías. Hoy hay 3. En la segunda etapa se plantea un número determinado de viviendas universitarias.
Como la idea original era involucrar a los habitantes del sector, el proyecto piensa incluir 400 viviendas de reemplazo metro a metro. Es decir, que por cada metro cuadrado que aporten los antiguos habitantes, se les dará una vivienda con el mismo espacio en las nuevas construcciones, que harán parte de la primera etapa, para así evitar el desplazamiento temporal de los residentes.
Fuente : EL TIEMPO